El chachachá nace en Cuba en los antiguos clubes de música y baile. El nombre de chachachá es una onomatopeya que hace referencia al ruido que hacen los pies al bailar este género musical. Refiriéndose también al güiro porque parece que esté diciendo: cha-cha-chá.
Así pues empieza a tener fama y relevancia en los clubs de la época por ser un ritmo irresistible hasta que llega a formar parte de los bailes de salón adquiriendo un tono más elegante y distinguido.
Tiene un aire sensual y alegre, como todos los bailes provenientes de su zona, y su característica principal es el movimiento de caderas y la rapidez de la flexión y la extensión en las rodillas.